La implementación de proyectos de infraestructura caminera en la Cuenca Amazónica provoca uno de los más grandes desafíos a la conservación ambiental y a la justicia social en la región. Las carreteras son vistas como medios indispensables de desarrollo, pero éstas pueden causar considerables daños ambientales y sociales, como la destrucción de bosques y otros hábitats naturales, la pérdida de biodiversidad, la propagación de enfermedades humanas, la migración de comunidades locales, indígenas o no, y la concentración de tierras.
En este estudio, analizamos la viabilidad económica de proyectos camineros bolivianos en el Corredor Oeste-Norte, que incluyen la pavimentación del Corredor Norte, componente del eje Perú-Brasil-Bolivia de la Initiative for the Integration of Regional Infrastructure in South America (IIRSA), y la construcción de la carretera Ixiamas–El Chivé, parte del antiguo proyecto San Buenaventura-Cobija.